De sobra sabéis que me encanta Cazalla de la Sierra y soy de las que cree que cada lugar posee su propio olor y sabor. No en vano estos dos sentidos son los que más te hacen recordar , como le ocurría al protagonista de «En busca del tiempo perdido» al llevarse a la boca esa magdalena mojada en té.
Algo así sentí al probar la Crema de Cazalla, como si me hubiera convertido en el protagonista de Proust enseguida me transporté en el tiempo y rescate los singulares momentos perdidos de este encantador pueblo que huele a anís y cítricos y sabe a mantecado.
La creadora de este nuevo licor es Enrica, una italiana que se enamoró de Cazalla de la Sierra y quiso reunir sus sabores y sensaciones en una especie de perfume bebible.
Primero puso en marcha a través de una web el proyecto «Quiero un Cazalla» para difundir al mundo entero que Cazalla de la Sierra no es sólo un aguardiente, como se le conoce en muchos sitios, si no también un maravilloso pueblo.
También es copropietaria de uno de los restaurantes con más encanto de la Sierra Norte, el Cortijo Vistalegre, un antiguo cortijo rehabilitado que goza de estas fantásticas vistas !
En este especial restaurante se comen platos elaborados con productos autóctonos junto a las mejores pizzas de la zona.
Consciente de que se encontraba en la tierra del aguardiente creó la Crema de Cazalla, un licor a base de matalauva (semilla de anís) , canela y cáscaras de cítricos con una graduación de 17 grados.
Esa mezcla tan especial ha dado lugar a este nuevo licor que se puede tomar sólo o con hielo y que viene a ampliar la oferta que ya había en Cazalla con el anís seco, el dulce y el licor de guindas.
Y no os perdáis su preciosa botella con este gran corazón creado por una diseñadora muy especial: su hija Eleonora. «Es la demostración, dice Enrica, de que este licor se ha hecho con mucho amor y verdadera pasión»
Le das categoria a ese magnifico pueblo de Cazalla con tu presencia en el.