Hoy os voy a hablar de una forma distinta de hacer turismo rural en uno de esos lugares con encanto que hay en nuestra tierra, os hablo del Palacio de San Benito en Cazalla de la Sierra. Mis amigos Manolo Morales y Carlos Marañón se encontraron hace algunos años en este bello pueblo de la Sierra Norte con una ruina que pertenecía a la antigua Iglesia de San Benito.
Manolo Morales es uno de los mejores restauradores de España, no en vano solicitan sus servicios en otros países europeos, y esta ruina se convirtió para él nada más verla en todo un reto, e intentó recrear lo que hubiera sido un Palacio de aquella época. Como Cazalla fue convertida en Corte por Felipe V que pasaba muchas temporadas en verano en esta villa andaluza, encargó dos azulejos del Rey y de su mujer, Isabel de Farnesio , que colocó junto a la acequia del patio.
San Benito consta de señoriales salones que te harán sentir como una verdadera reina subiendo por sus escalinatas. Tan idílico es el lugar que ambos propietarios tienen su residencia privada en el mismo hotel.
No sólo la arquitectura está cuidada, como Carlos Marañon es también un gran anticuario, San Benito cuenta con piezas únicas en todos sus rincones, como este impresionante camino de mesa simulando unos jardines versallescos que me enamoró desde la primera vez que lo vi.
Tras varias vicisitudes Manolo y Carlos han decidido, por fin, reabrirlo al público y convertirlo en el lugar ideal para celebrar momentos únicos. Además, si te alojas en el Palacio de San Benito también puedes degustar los exquisitos productos de la sierra, en su restaurante, pero con todo tipo de lujos.
Mirad que maravilla de platos! Están diseñados por el propio Manolo Morales y encargados hacer en Italia. Son los llamados «platos de engaño», estos en concreto simulan tener unas verduras en el centro.
Este palacio tan especial sólo cuenta con una docena de habitaciones cada una decorada de una forma distinta. Eso si, todos los detalles están contemplados. Las maravillosas cretonas provienen de Inglaterra y los muebles antiguos han sido restaurados con todo mimo. Cada habitación tiene un nombre distinto y según éste así es la decoración. Esta es la salita de la habitación «Del Infante»
Por eso cuenta con este gran dosel con cuna incluida. Todas las estancias disponen también de chimenea y un pequeño jardincillo.
Ningún cuarto de baño es igual y en ellos destacan los maravillosos azulejos y mármoles combinados con las modernas tecnologías y servicios.
Para la biblioteca se utilizó el grandioso mueble de una farmacia antigua, que se combinó con frescos en la pared y telas decoradas con motivos chinos que dieron lugar a esta acogedora estancia que me dio la impresión de una gran bombonera. Me vuelve loca la cretona de flores de este sofá!
Mis amigas y yo nos lo pasamos genial cada vez que visitamos San Benito, no sólo por el idílico entorno, sino también por el trato tan personalizado que allí recibes. Es una forma distinta de hacer turismo rural y disfrutar de la sierra sintiéndote como una auténtica reina!
que maravilla!!!
Me encanta la decoración y las vistas espectaculares!!