María del Monte está de enhorabuena, el Tribunal Supremo le ha reconocido por cuarta vez su derecho al honor y a la intimidad y ha condenado a Telecinco y a la cantante Charo Reina a indemnizarla solidariamente con 100.000 euros por las declaraciones vertidas por ésta en varios programas contra la artista de las sevillanas.
No es cuestión aquí de recordar las calumnias, insultos y alusiones a la vida íntima de María del Monte que Charo Reina divulgó sucesivamente, hasta en cuatro programas de la cadena, en los que se hablaba con mofa y sin ningún tipo de respeto de María, mientras ésta, en su casa y ajena a todo lo que se estaba comentando, no entendía nada.
Todos sabéis lo celosa que es María de su intimidad. Ella es trasparente y tiene poco que ocultar pero si algo no le gusta es que hablen de su vida y menos , si ella no lo hace. Respeta a los programas y a las personas que se sientan para comerciar con sus amores y pasiones . Eso sí, ella no está en venta y lo recuerda cada vez que puede, como en esta ocasión.
El Tribunal recuerda una vez más que este tipo de programas no se pueden escudar en el derecho a la información cuando de lo que se trata es de «satisfacer y alimentar la curiosidad morbosa de la gente» y perseguir con ello audiencia a costa de manchar el honor de otras personas. Quizá eso del honor, en los tiempos que corren, suene a denostado pero yo siempre recuerdo, en momentos como éstos , una frase de Kant que decía que cualquier cualidad puede ser sustituida por otra menos el honor, que es lo único que no tiene precio.
Soy consciente de lo mal que lo ha pasado María con todos estos ataques sin piedad. Hoy los magistrados del Tribunal Supremo le reprochan a Charo Reina que haya participado en esta serie de linchamiento público de forma voluntaria y cobrando y tienen muy en cuenta que María del Monte nunca ha comercializado con su vida íntima .
Es la cuarta sentencia que María gana de éste tipo. Ella tiene claro que son los juzgados y no los programas de televisión los lugares para defenderse. Quizá sea una «rara avis» en estos tiempos convulsos en los que vivimos. Se que ha tenido que morderse la lengua en más de una ocasión y sobre todo, que es consecuente con lo que hace y dice y que una de sus frases favoritas es que el respeto comienza por uno mismo.
Nadie se merece que otros, por el mero hecho de satisfacer el morbo , hablen de la vida de uno, pero mucho menos María del Monte, quien, es cierto, que es personaje público y que participa en muchísimos programas de televisión , pero nunca ha entrado en el juego, a pesar de que la han tentado en numerosas ocasiones con cifras millonarias. Su vida es su vida y de nadie más.
Enhorabuena María, creo que se debe luchar por la dignidad de uno. Inmaculada no se puede explicar más claro. Bases a las 2
Es que no hay nada más cierto que » el tiempo pone a cada uno en su sitio» Era solo cuestión de esperar. Me alegra la sentencia porque no hay mayor traición que verte expuesta públicamente en aspectos que pertenecen a la más estricta intimidad.
Felicidades.
Me alegro muchisimo. Besos