Ya sabéis que una de mis ciudades preferidas es Santiago de Compostela. Sus estrechas calles con soportales de piedra, sus cielos despejados y sobre todo sus gentes son sus atractivos principales.
Pero si por algo es conocida en el mundo es por su histórico Camino de Santiago. Una ruta muy recorrida durante la Edad Media y que ahora, en pleno siglo XXI ha sido recuperada , sobre todo por la gente joven.
Hacía años que yo no veía a tanta gente joven haciendo el Camino como este verano. Grupos de escolares o de amigos, con su mochila al hombro, creyentes o no y que descubren una nueva forma de convivencia con este especial camino.
Santiago es junto a Roma y Jerusalen una de las tres ciudades santas del mundo. Parece ser que en la Hispania Romana, en el año 812, se encontraron reliquias atribuidas al apostol y con el beneplácito de Carlomagno , que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convirtió en centro de peregrinaje.
En el siglo XI el número de peregrinos aumentó y fue el rey Alfonso II de Asturias quien mandó construir una iglesia en el lugar en el que, de acuerdo a la tradición, reposan los restos del apostol Santiago.
Me encanta la animación que siempre hay en la Plaza del Obradoiro, recuerdos, actores, turistas y sobre todo muchos peregrinos que llegan de todas partes del mundo al que está considerado el kilómetro cero del camino.
Tampoco había visto nunca tantas colas para entrar en la Catedral. Una vez dentro continúan las colas. En el interior hay que abrazar al Santo, un abrazo que se le da por detrás tras atravesar unas estrechas escaleras.
Hay pocas catedrales en el mundo con la grandeza y belleza de la de Santiago. Otra de sus visitas obligadas es a la tumba en la que se supone reposan los restos del apostol.
Después, no hay nada como recorrer sus bellas calles del centro llenas de gente joven, porque Santiago es también conocida en el mundo por ser una gran ciudad universitaria. De aquí es la famosa Universidad de Fonseca, que se menciona en esa tradicional canción de la tuna: «…triste y sola, sola se queda Fonseca…»
Otra de las cosas que me encantan de Santiago es que por las callejuelas del centro no puedes caminar sin que te ofrezcan un trozo de su rica tarta de Santiago . Ese exquisito dulce después de probar su buen marisco y su rica ternera es toda una delicia.
Prometo volver!
querida inma este post es para mi una envidia mu grande yo tengo muchas muchas ganas de hacer el camino de Santiago aumque sea un poquito solo pero tu lo explicas todo tan bien lo haces tan facil que ahi es nada tus palabras me transportan al sitio y me conformo con eso ah si ke tu sigue emborrachandote de cultura de palabras y de paisajes y tb de momentos y plasmalos como una periodista como tu sabe hacerlo desde Bcna muchos besitos