Hoy os voy a hablar de un lugar muy especial y difícil de definir, porque no es un bar, ni una cafetería, ni una sala de arte, ni una tienda, ni una sala de conciertos…pero es todo eso a la vez, es «Red House». Alvaro y Cristina son dos enamorados del arte que tras viajar por toda Europa se dieron cuenta de que en Sevilla faltaba un sitio así y decidieron montarlo en la calle Amor de Dios.
El curioso local debe su nombre a la famosa «Red House» de Morris, la casita roja que este artista construyó en la Inglaterra de 1859 con el propósito de que en su interior albergara todo tipo de arte. Bueno, pues algo así es la «Red House» sevillana, un local lleno de arte por todos lados. Sus paredes cada mes albergan una exposición distinta y su mobiliario ha sido reciclado por el propio Alvaro, además todo está a la venta.
Lo que más me divierte de este local es la gente tan diferente que te puedes encontrar allí, desde señoras haciendo ganchillo hasta gente que utiliza el local como una oficina efímera y las ves allí trabajando con su portatil. Si habéis viajado a Berlin o a Amsterdam seguro que habréis visto locales de este tipo.
Las mesas son compartidas y la decoración está dividida en diversos espacios con mobiliario de hogares de los setenta: La idea es que aquí nos encontremos como en casa.
Y para sentirnos ya del todo como en casa su repostería es totalmente de la abuela. No os podéis marchar de aquí sin probar sus fantásticas tartas artesanales! Mi compañero Andrés y yo disfrutamos de lo lindo haciendo este reportaje!!
Tanta aceptación ha tenido en la ciudad «Red House» que Alvaro y Cristina decidieron montar muy cerca, en la calle Trajano, un local de similares características pero más enfocado a la restauración que lleva por nombre «No lugar» en el que se vuelven a hermanar el arte y la cocina.
«No lugar» debe su nombre al antropólogo Mark Augé que acuñó este concepto como lugar de tránsito en el que nos relacionamos. El mobiliario al igual que el de «Red House» ha sido reciclado por ellos mismos. Y los platos pertenecen a vajillas distintas traídas de todas las partes del mundo.
«No lugar» cuenta con un gran equipo de magníficos profesionales que dominan la comida internacional pero sin olvidar nuestros platos típicos. Además también puedes degustar el plato preferido del artista del mes y un vino embotellado por él mismo . Y todo ello con un precio de lo más asequible!
Y lo más importante de «No Lugar»: La compañía de Alvaro y Cristina, dos personas encantadoras que te harán sentir como en casa.
Que sito tan bonitoooo!
Yo fui en una ocasión y me encanto! Se come genial y muy bonito el sitio
Que de lugares desconocidos!!! Lo apunto en mi lista de sitios que conocer!
Me suelo mover por esa zona y no sabia de este sitio, que buena pinta. Sin duda iré.