Cada vez me gustan más las Navidades en casa. Soy de las que piensan que estas fechas deben ser hogareñas, unas fiestas que nos recuerden a las de antes, en las que compartir lo mucho o lo poco que se tenga con los nuestros.
Lo primero que hago es adornar la casa el día de mi santo. El ocho de diciembre, día de la Inmaculada, tradicionalmente pongo el árbol , el belén y lo que se tercie. Porque tengo que reconocerlo, me encanta que se note la Navidad en casa! Y así evito echarme a la calle que estos días está repleta de gente comprando y con los restaurantes llenos.
Al árbol, que siempre es el mismo , en el que predomina el blanco y el plateado, cada año le suelo añadir un nuevo detalle, sobre todo algún recuerdo de los viajes. Esta Navidad estrena estas bolas de cristal que mi hija Teresa me ha traído del mercado navideño de Bruselas.
Y qué me decíis de este corazón pastelero de porcelana de Villeroy & Boch, al que no pude resistirme! Una firma que cada temporada saca un nuevo menaje del hogar con toque navideño a cual más original.
Y una vez adornada la casa hay que compartirla con los nuestros, que no tienen por qué ser familia. Mis amigas y yo cada Navidad nos reunimos y después de hacernos unas fotos frente al árbol (que ya se han convertido en una auténtica tradición) nos damos un merecido «homenaje» alrededor de la mesa.
Soy de las que piensan que la mesa es una pieza que hay que cuidar al máximo en Navidad y por ello me esmero en decorarla para mis seres queridos. Cualquier detalle que tengas en tu casa te puede servir para darle ese toque especial a la mesa en estas fechas. Recuerda que te costará casi lo mismo ponerla mal o bien, y si lo haces con cariño disfrutarán los tuyos mucho más de la comida.
Yo no me suelo complicar más de la cuenta y por ello le pido a cada uno que haga algo para ese día. No importa si es alta cocina o de la fácil, lo esencial es que este hecho, como dice mi madre, con amor. En esta ocasión yo misma hice esta tarta de nata helada, con merengue y frutas del bosque, que me enseñó mi amiga Carmen de Lara, parece muy complicada y es de lo más fácil (otro día os daré la receta)
Otro de los lugares que también decoro en estas fechas es la casa del Rocio, donde solemos pasar algunos dias navideños, por aquello de compartir. Un lugar ideal para convivir familia y amigos en Navidad por lo que también hay que darle un toque esencial.
La decoración en el Rocío es mucho más rústica y en ella predominan los tonos rojos acompañados por multitud de luces lo que proporciona un aire campestre y acogedor.
Este año le he dado al árbol un toque especial con una de estas bolas personalizada con la cara de la Virgen del Rocío que me regaló mi amiga la decoradora María Teresa Rodriguez de la Borbolla.
El belén, sin duda, es mucho más tradicional en nuestro país. A mi me encantan esos enormes con multitud de figuritas y en los que tienen cabida casi de todo y que me recuerdan a mi infancia, o esos impresionantes misterios venecianos. Como no tengo ni uno ni otro cada año saco este misterio antiguo con grandes figuras que coloco en la entrada.
En Navidad tampoco puede faltar una mesa llena de dulces y aguardientes! No creáis que olvido que estas fechas son tristes y muy consumistas. Lo que hago es precisamente todo lo contrario, intentar sumergirme de la mejor manera dentro de ellas para pensar lo menos posible y disfrutarlas como los niños, pensando sólo en esta Navidad. Felices fiestas amigos, y compartir lo que tengáis, os sentiréis mucho mejor!