
La Virgen ya está en su casa. Tan sólo siete horas ha invertido la Virgen del Rocio en su peregrinar por la aldea. A las 10:25 h de la mañana volvía al Santuario después de visitar las 112 Hermandades filiales, en una romería sin incidentes, marcada por el frio, la lluvia y el descenso de público.

Cualquiera que se haya pasado por la aldea, este año, se habrá dado cuenta de que éste ha sido un Rocio atípico, con chimeneas en las casas, caminos difíciles para las Hermandades, debido al viento, y sobre todo por la crisis ,que ha provocado el descenso de romeros.


Menos visitantes que quizá sirvan para que el Rocio recupere sus raices y acudan los «de verdad,» los devotos de la Virgen , los que como dijo Inmaculada González ,durante su retransmisión de la procesión en Canal Sur, «rezan cantando y cantan rezando».


Y para atípico ,el salto de la reja. Sereno, sin incidentes y sobre todo, rápido. A las tres y veinticinco saltaban los primeros almonteños «a por ella», inmediatamente se abría la reja central y entraban el resto. A partir de entonces fué un visto y no visto. En tan sólo tres minutos la Virgen ya estaba fuera de la ermita, un trayecto en el que en años anteriores se ha llegado a invertir incluso una hora. Sin embargo, en esta ocasión ,y gracias al pasillo que los almonteños abrieron en el centro del templo ,la salida ha sido verdaderamente rápida. Un cordón de seguridad que nos ofrecía una nueva estampa del Rocio dentro del santuario.

Fuera, podría ser cualquier año. Miles de personas la aguardaban en un auténtico mar de devoción y de sentimientos que sólo entienden los que allí han estado.
Hola Inma
Es que este año los alomonteños estaban más cansados . Pero lo han hecho ciertamente muy bien